Reflexión del Evangelio
Las parábolas son verdaderas cátedras de Jesús, nunca pasan de moda sus enseñanzas. Hoy escuchamos con alegría tres de las siete parábolas que Mateo nos ofrece en el capítulo 13. La de la cizaña, la semilla de mostaza y la levadura. Para mostrar el Reino de los cielos, Jesús compara el trigo y la cizaña, la semilla de mostaza y la levadura que fermenta la masa. El domingo pasado fue la del sembrador, que siembra su semilla a lo largo del camino. El domingo que viene escucharemos otras de ellas. ¿Qué nos quiere decir la Palabra de Dios con sus parábolas? Sencillamente, es dejar de hacer el mal y dedicarnos a hacer el bien. A rendidas cuentas lo que importa es el Reino de Dios. Ser trigo, ser un granito de mostaza y ser levadura, es unirnos al equipo de Jesús para mejorar la sociedad en que vivimos.
“El Evangelio de hoy presenta dos modos de actuar y de vivir la historia: por un lado, la mirada del amor, que ve de lejos; por otro, la mirada de los siervos, que ven el problema. Los criados se preocupan por un campo sin malezas, el amo se preocupa por el buen trigo. El Señor nos invita a asumir su misma mirada, la que mira al buen trigo, que sabe custodiarlo también en las malas hierbas” (Papa Francisco 07/19/2020). “Quien tenga oídos, que entienda” (Mateo 13:43). Respuesta sabia a la pregunta de sus discípulos al final del Evangelio, y vale para nosotros también. ©LPi
Notas de Misa
Ministerio de Musica - Aclamación Antes del Evangelio
Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado los misterios del Reino a la gente sencilla.