Reflexión del Evangelio
Hoy es la octava de Pascua, fiesta central de todo el año litúrgico. Tenemos cincuenta días hasta Pentecostés, para descubrir y experimentar que Jesús es nuestra paz, que su bondad no se ha ido a pesar de nuestros miedos. Señor, necesitamos tu misericordia en el corazón para descubrirte en los que sufren, en los tristes, en los que viven la guerra y la violencia. La paz que nos prometiste desde tu resurrección no es reconocida y practicada. Tal pareciera que hemos olvidado el compartir, escuchar, y vivir en paz de mutuo acuerdo, por el bien común.
Los apóstoles estaban encerrados por miedo a los judíos. A puerta cerrada, escondidos. Jesús penetra esas puertas y se muestra a ellos brindando su paz. Les dice que no estén angustiados, que ha vencido la muerte, el pecado y que en adelante todo va a ser nuevo. Esa misma paz es la que Jesús nos desea a nosotros ahora. Con la fe, que profesamos desde el bautismo, podemos seguir adelante, sin miedo, con valentía, venciendo los obstáculos de la vida que nos impiden estar cerca de Dios. El Santo Papa Juan Pablo II dijo: “Jesucristo es la respuesta definitiva a la pregunta sobre el sentido de la vida y a los interrogantes fundamentales que asedian hoy as tantos hombres y mujeres” (Ecclesia en América, n. 10). Es la paz de Cristo la que nos ayuda a vivir serenos a pesar de todas las inseguridades. ¡Señor, gracias por tu paz! ©LPi
Notas de Misa
Ministerio de Musica - Aclamación Antes del Evangelio
Tomás, tú crees porque me has visto; dichosos los que creen sin haberme visto, dice el Señor.
Introducción de Misa
Bienvenidos a nuestra celebración eucarística en este Segundo Domingo de Pascua también conocido como el Domingo de la Divina Misericordia.
Las intenciones de esta Misa son para todos en nuestra canasta de intenciones y por...
Nos ponemos de pie para nuestra procesión.
Oración Universal
A. Por la Iglesia, para que seamos un instrumento de la misericordia de Dios dondequiera que nuestro mundo la necesite, roguemos al Señor.
B. Por la paz que el Señor resucitado ofreció en su primera aparición a sus discípulos, para que reine a lo largo del mundo entero, particularmente en las naciones y regiones asoladas por la guerra, los conflictos y las luchas, roguemos al Señor.
C. Por los millares de judíos que fueron víctimas del Holocausto y las familias que lloran su pérdida, para que nunca olvidemos aquel genocidio ni las pérdidas que continúan reverberando de generación en generación, roguemos al Señor.
D. Por aquellos que luchan por alimentar a sus familias, para que se beneficien por la generosidad de los que tienen en abundancia que, como los primeros discípulos, comparten sus bendiciones con los necesitados, roguemos al Señor.
Con el Padre Roberto y Padre Arturo
E. Por todas las intenciones que han quedado en el silencio de nuestro corazón y que ahora elevamos en oración. Roguemos al Señor.
Con El Padre Kamil
E. Por todas las intenciones que han quedado en el silencio de nuestro corazón y por (lea las intenciones de Misa que se encuentra al inició del cuaderno). Roguemos al Señor.
Avisos
1. Tendremos una Misa memorial para el Padre Goyito el domingo 7 de mayo a las 4pm.