Reflexión del Evangelio
El tercer domingo de Adviento es conocido como Gaudete, una palabra en latín que significa “gozo”, y se basa en la Carta de San Pablo a los Filipenses: “Estén siempre alegres en el Señor; se lo repito, estén alegres y tengan buen trato con todos” (Filipenses 4:4). Estas palabras resumen prácticamente lo que estamos viviendo cada día que pasa y nos acerca al nacimiento de nuestros Salvador. La alegría aumenta en nuestros corazones y nos impulsa a estar más preparados en dos aspectos importantes. Espiritualmente y en la preparación de la fiesta en casa para el día de Navidad. ¿Qué pensamos hacer? ¿A cuál Eucaristía asistiremos en familia para agradecer a Jesús su bondad y misericordia?
María y Juan Bautista nos muestran el camino. Nos indican que somos llamados a dar testimonio de la luz, a ser valientes, a sabernos retirar a tiempo para señalarle y otros lo vean y lo sigan. “Yo los bautizo con agua, pero está por llegar uno con más poder que yo, y yo no soy digno de desatar las correas de su sandalia. Él los bautizará con el Espíritu Santo y el fuego. Tiene la pala en sus manos para separar el trigo de la paja. Guardará el trigo en sus graneros, mientras que la paja la quemará en el fuego que no se apaga” (Lucas 3:16-17). Aquí está la clave de hoy, ¿somos trigo o somos paja? ¿Dónde nos colocará el Señor? Pues, la respuesta es solamente tuya. Aún estamos a tiempo de enderezar lo torcido de nuestra vida. Ven, Señor, ¡no tardes en llegar! ©LPi
Notas de Misa
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