Reflexión del Evangelio
Estemos listos o no lo estemos, hemos llegado al Tiempo Ordinario. Se ha terminado la Navidad. Ahora, el Evangelio de cada domingo nos va ir presentando la imagen de Jesús en su vida pública. Jesús nos presenta el Reino de Dios con una fiesta, una boda. Y con esto cambia el sentido de lo puritano y se rompen algunos protocolos de la Ley. Las tinajas llenas de agua esperaban, sin saberlo, convertirse en el primer milagro de Jesús de transformar el agua en vino. La nota de alegría, de festejar y disfrutar es una noticia alegre. Jesús, nos muestra que, a pesar de lo duro de la vida, del sufrimiento y los fracasos, existe una esperanza. ¿Cómo podemos ponerle una chispa de alegría a nuestra fe? ¿Se te ocurre algo para disfrutar con Jesús en la fiesta de su Reino?
Asimismo, existe la otra enseñanza, la de María, la Madre de Jesús, que estuvo atenta en aquella fiesta y se dio cuenta que no había vino. Ella supo poner el problema en manos de Aquel que lo resolvería. Y dio la siguiente instrucción: “Hagan lo que él les diga” (Juan 2:5); e inmediatamente, desapareció totalmente de la escena, dejando en Jesús todo el protagonismo. ¿Qué debo aprender de María? Que ella nos lleva a Jesús y que cada vez que haga una buena acción, las personas le reconozcan a Él y yo desaparezca. ©LP
Notas de Misa
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