Reflexión del Evangelio
Hoy el Evangelio nos propone una catequesis de amor que obliga a estirar el corazón, para rendir al máximo al pedido de Jesús. Nos impulsa a pensar distinto, a interesarnos por los demás. Llama al perdón, a la nobleza, la humildad y, lo más importante, a saber, compartir lo que poseemos materialmente y darse uno mismo. Es algo difícil lo que pide el Señor en este pasaje del Evangelio. Eso, de amar a los enemigos, hacer el bien a quien no nos quiere, de orar por los que nos persiguen, es fuera de serie, no se usa en la sociedad actual. Y agrega Jesús lo siguiente: “Traten a los demás como quieren que ellos les traten a ustedes” (Lucas 6:31). No se trata de que estemos siempre con la cabeza baja y humillados, mas bien se trata de luchar por la justicia, de no entrar en la violencia de tú me la haces, entonces, yo te respondo igual.
“Porque si ustedes aman a los que los aman, ¿Qué merito tienen? Hasta los malos aman a los que los aman (Lucas 6:32). Por el contrario, bendecir a los amigos y enemigos es lo que nos hace dignos hijos e hijas de Dios. Pidamos el don de perdonar, de no ser vengativos, de tener un corazón de compasión, rebosante de ternura para hacer el bien. “Sean compasivos como es compasivo el Padre de ustedes” (Lucas 6:36). Ser semejantes al que siempre es bueno con nosotros. ¡Ese es el reto a cumplir! ©LPi
Notas de Misa
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