Reflexión del Evangelio
A nivel mundial, arrastramos un pecado social muy grande, y este es el descuido y cuidado de los pequeños, muertos en la guerra, el hambre y muchos de ellos y ellas nunca van a la escuela. Jesús, ahora, nos pide cuentas de lo que estamos haciendo por estos inocentes. Reprende a sus discípulos por no poner atención a sus palabras cuando les anuncia otra vez su pasión. Ellos, como nosotros, en muchas ocasiones caminamos diariamente con Jesús, es decir, asistimos a Misa, rezamos el rosario, novenas y hasta vamos a la Adoración del Santísimo Sacramento, pero no cambiamos de vida ni hacemos caso a sus mandamientos.
¿Quién es el más importante? “Si alguno quiere ser el primero, que se haga el último y el servidor de todos” (Marcos 9:35). No olvidemos que Jesús tiene sabiduría eterna y con ella corrige y disipa los miedos internos y externos que podamos tener. Dios nos llama hoy, por medio de su Palabra, a seguirlo sin preguntar quién es el más importante, sino por el contrario, se dé sin reservas en el servicio a su familia y comunidad. Seamos humildes y pidamos, especialmente hoy, por un cambio en la sociedad que sea radical, basado en la justicia y la paz. No bajemos la guardia, si tenemos fe, la esperanza siempre estará de nuestro lado. Nunca olvidemos que el Señor es nuestra ayuda.
©LPi
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