Reflexión del Evangelio
Preparados o no preparados, la Cuaresma ha llegado a nuestra vida. Y, el Papa Francisco nos invita a reflexionar en lo siguiente: “Al comienzo de la Cuaresma nos hará bien a todos nosotros pedir la gracia de conservar la memoria de todo lo que el Señor ha hecho en mi vida: cómo me ha querido, cómo me ha amado. He aquí, pues, el significado de las expresiones: Mira hacia atrás - ¡que no es lo mismo que vuelve hacia atrás – el camino que has hecho. Y el bienestar, incluso espiritual, conlleva el peligro de caer en una cierta amnesia. Es precisamente en este momento cuando el corazón comienza a retroceder, porque no escucha la voz de su propio corazón: la memoria”.
La Iglesia también nos ayuda a llevar este tiempo Santo de Cuaresma invitándonos a la penitencia, a la purificación y de compartir lo que tenemos y somos con los necesitados. Es por eso que el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo son días de ayuno y abstinencia. Los viernes de Cuaresma son días de abstinencia. Todos los viernes de Cuaresma, como todos los viernes del año, somos invitados a practicar nuestra fe con actos de penitencia. Tan sencillos como visitar algún enfermo, ayudarnos en familia, hacer oración y asistir a actos de piedad a la Iglesia local. (Catecismo de la Iglesia Católica, numeral 1438). Y lo principal, acercarnos a la Eucaristía dominical para refugiarnos en la Palabra de Dios, que es lo que nos da vida y nos hará llegar a la Pascua resucitados. ©LPi
Notas de Misa
General
Este fin de semana hay una segunda colecta para el apoyo de la Iglesia en Europa Central y Oriental.